Una de las tiradoras paralímpicas es ella, la cordobesa María Laura Belvedere Categoria (R4 y R5 rifle) , a quien tuve la suerte de conocer por primera vez en Perú, allá en el 2019 , en la cobertura que realicé de Los Juegos ParaPanamericanos de Lima y la otra tiradora argentina es Elba Acuña, categoría (SH 1 pistola) a quien entreviste también Perú.
Sí, son solo ellas dos las únicas deportistas del paratiro en nuestro país. Realidad opuesta a la que transita el tiro convencional, donde el número de mujeres es mayor al paralímpico, y en algunas ciudades de Argentina el número de tiradoras iguala a los hombres.
“Somos pocas porque el tiro adaptado en nuestro país está poco visibilizado” , fue un tiro en el blanco que dió María Laura al referirse a la escasa participación de las mujeres en su deporte.
Pues más allá del trabajo y esfuerzo que intenten dar algunas veces, ciertas entidades y federaciones deportivas articulando con distintos sectores de la sociedad para promover el crecimiento y la visibilización de un deporte adaptado- paralímpico, dicho esfuerzo termina siendo insuficiente si los instrumentos más determinantes de mensajes, de comportamientos, de actitudes y de cultura como son los medios no asumen su compromiso social para con la discapacidad.
Aún es asignatura pendiente el tratamiento cotidiano y riguroso de los medios para con la diversidad. Somos en definitiva nosotros, los comunicadores, quienes nos tenemos que animar a recuperar ese rol social del periodismo, y convencer a éstas instituciones sociales para que se animen al cambio de paradigma respecto a este colectivo.
El deporte adaptado-paralímpico se presentan entre nosotros con intereses y exigencias comunes al convencional , y esto requiere implicancia verdadera de los medios sociales de comunicación para dar a conocer a los paraatletas y sus disciplinas a la sociedad. Por ahora solo los vemos en escasas apariciones mediáticas, solo cuando están en el podio o en situaciones excepcionales. Hay que apostar a esta simbiosis, para ver en el corto plazo, como mejora y crece la relación de los deportistas paralímpicos y su entorno, esta simbiosis es el camino de la visibilidad que desean, necesitan y merecen nuestros atletas paralímpicos.
G.M